RONNIE COLEMAN su historia de vida

Culturismo Ronnie Coleman

El mundo del fisicoculturismo en un lugar pesado, de manera literal y figurativa, no es un sitio al que acudan todas las personas, pues el esfuerzo que requiere, la disciplina, y sobre todo, el amor al crecimiento muscular, no es algo que todas las personas posean. El calor y el dolor que solo unos pocos son capaces de amar.

Ronnie Coleman, para algunos, uno de los mejores culturistas de todos los tiempos, que ahora mismo se encuentra retirado pero que ha dejado su legado esparcido por todos los que se encuentran fascinados con lo que ha logrado conseguir, es en definitiva una de estas personas, amantes del arte corporal.

Pero, no es algo que consiguió de la noche a la mañana, o que sucedió tan solo por haber pensado demasiado en eso hasta que un día simplemente apareció. Es algo que le costó la vida, el entrenamiento arduo y el dolor que ejercía sobre sus músculos nunca eran suficientes para él. Es por eso, que te contaremos su historia, para comprobar si así llega a ser suficiente para ustedes.

Ronnie Coleman: Los inicios.

Ronnald Dean Coleman vivió sus primeros años de vida como cualquier persona normal; nacido en Bastrop, Luisana. En la década de los 80’s estudiaba contaduría en la Universidad Grambling State, mientras que a su vez practicaba fútbol americano y se entraba en el gimnasio todas las tardes para fortalecer sus músculos deportivos.

Durante esa época, Coleman visitaba constantemente al quiropráctico por unos pequeños dolores en la espalda pero que eran totalmente tratables y capaces de apaciguar gracias a un especialista, así que no era nada de qué preocuparse, teniendo en cuenta de que era una persona sana y en muy buena forma física.

Al graduarse de la universidad, le tocó vivir la vida real y darse cuenta de que hacer dinero era más complicado de lo que podría parecer. Ante la carencia de trabajo, tuvo que trabajar durante un tiempo en una pizzería de Texas, ocupando una estadía de casi dos años, hasta que un volante empezó a cambiar el rumbo de su vida.

Un recorte del periódico que avisaba que la policía local necesitaba nuevos agentes.

Culturismo, un modo y método de vida.

“Luego de graduarme de la academia, cuando te sueltan en la calle, uno de los chicos me vio en un llamado y me dijo “Eres bastante grande, ¿Dónde entrenas?”. Le dije que entraba en la estación de policía porque era gratis. Me respondió: “Tienes que venir a Metroflex, yo trabajo ahí”. Así que fui y Brian Dobson, dueño del lugar, estaba ahí.”

Narró Ronnie en su documental de Netflix estrenado en 2018, donde recuerda su paso por la vida.

Brian Dobson, el hombre que cambió la vida y todo lo que conocía el conocido Ronnie “King” Coleman, después de decirle que por su enorme contextura tendría un gran futuro en el mundo del culturismo, y que, si le permitía entrenarlo él mismo, le regalaría una membresía del gimnasio, todo por ingresarlo en ese entonces, desconocido mundo.

Fue de esta forma que estos dos fortachones iniciaron una relación amistosa y profesional, que pronto dieron sus primeros frutos.

Ganar o ganar, no hay otra opción.

En 1990 comenzaron las competencias en la vida de Ronnie, ganando su primer título como Mr. Texas en la categoría de peso pesado y general, superando incluso a su maestro Brian Dobson. 5 años después sus robustas manos alzaron su primer trofeo profesional, la Copa Pro de Canadá.

Este último título se repitió también el año siguiente, para finalizar con una racha de 4 trofeos seguidos, pues en 1997 también se coronó con el Gran Premio de Rusia. Con el tiempo su cuerpo se iba puliendo cada vez más, y durante todo ese tiempo se mantuvo en el cuerpo policial, ya que no contaba con demasiado dinero.

Pero su sueño estaba claro, sabía con qué título quería alzarse: Míster Olympia. El mayor torneo en el mundo del culturismo. No fue sencillo para Coleman llegar a posicionarse allí, ya que en sus primeros años su nombre ni siquiera se asomaba entre los mejores. Pero eso no le importó, ya que solamente amaba la exigencia que requería alcanzar semejante nivel.

¿La primera caída?

En diciembre del 96, mientras entrenaba cargando 270 kilos en sentadillas (entrenamiento el cual, él consideraba calentamiento), escuchó un fuerte sonido que lo alarmó. No sabía que había pasado, solo se escuchó el ruido y pensó que le habían golpeado la espalda para alentarlo a que siguiera, pero nadie lo había tocado.

Al terminar su rutina de entrenamiento, se fue al hospital ya que el dolor del entrenamiento persistía incluso después de haber tomado un baño, para obtener la horrible noticia de que tenía una hernia en el disco, y ese había sido el estruendoso sonido que había escuchado antes.

Y aunque los médicos le recomendaron no alzar tanto peso, pero éste lo que hizo fue aumentar sus sentadillas a más de 350 kilos.

Recompensas, malas y buenas.

A pesar de tenía una hernia en el disco, esto no lo detuvo y continuó entrenando constantemente hasta coronarse, por fin, como Mr. Olympia en el año 1998, título que repitió hasta 2005 de manera consecutiva, un logro que comparte con Lee Haney.

Sus músculos le dieron la vida que tanto quería, pero también se la quitaron. Gracias a su enorme entrenamiento, Ronnie Coleman ha pasado 15 veces por el quirófano por sus problemas de cadera y columna. Está acostumbrado al dolor, pero en 2018 reconoció que debía tomar hasta cuatro calmantes para apaciguar por algunas horas los dolores.

Actualmente está en silla de ruedas y no puede moverse a larga distancias sin ellas, y emplea el uso de muletas incluso para ir al baño. Tanto entrenamiento dejó su cuerpo frágil y casi inservible.

Ronnie Coleman: El fin y la actualidad.

Ahora mismo, aunque le cuesta estar parado y ya se ha retirado del culturismo, su cirujano explicó que ha estado en un estado avanzado de desgaste debido al peso que ha ejercido sobre su propio cuerpo, y además, antes de conocerlo, tuvo operaciones para intentar soltar sus nervios y hacerles lugar.

La cantidad de operaciones que ha recibido es tal, que por ellas su cuerpo se dañó de una forma que tuvo que mantenerse un mes en rehabilitación para aprender a caminar nuevamente. Pero el entrenamiento nunca abandonó a Ronnie, ni él al entrenamiento. Y a pesar de su estado, le sigue siendo placentero el dolor que se ejerce así mismo.

Aún se mantiene sobre las tarimas, pero tan solo como un invitado. Además, ha estado haciendo talleres para otros culturistas novatos y experimentados, pues todos desean tener cerca a este ícono, que, definitivamente, es definido por 3 palabras: Culturismo, motivación y empeño.

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